La historia del cine
La historia del cine
La historia del cine es literalmente la historia de las luces y sombras
proyectadas para crear una ilusión. La sombra arrojada por un soporte opaco, o
translúcido o transparente es, sin duda, el método más antiguo y sencillo de
crear imágenes en movimiento.
Los pasos que ha dado el cine a lo largo de más de un siglo de existencia
confirman un trayecto histórico plagado de realidades que, en forma de
películas, han consolidado una estructura creativa e industrial que ha permitido
superar los problemas que han surgido al cabo de los años.
En su evolución el
cine ha consolidado un lenguaje, ha definido trayectos artísticos, modelos
empresariales que han favorecido el surgimiento de carreras artísticas de todo
tipo, construidas sobre modelos y representaciones que, en muchos casos, han
trascendido su propio ámbito cinematográfico. En el camino, el cine se vio
marcado por todo tipo de vanguardias artísticas, movimientos culturales,
circunstancias políticas y conflictos bélicos.
Antecedentes
El Cinematógrafo se presenta en sociedad en los últimos años del siglo XIX.
Este nuevo invento, surge a partir de la convergencia de una serie de
progresos científicos que arrancan desde siglos atrás, a partir de aportaciones
habidas en el campo de la Física y la Química, de la óptica y de las cámaras, y
mejoras en terrenos como la proyección de las imágenes, tanto de aquellas
que pueden ser fijas —la fotografía- como de las que, por aplicación de ciertos
mecanismos, consiguen dar sensación de movimiento.
Desde la teoría de la visión, impulsada por Johannes Kleper en 1602, hasta
los inicios de la industria óptica, que consolida Joseph Fraunhofer en 1807, se
confirma la posibilidad de uso de la cámara oscura que ya había anticipado
Leonardo da Vinci, aunque se atribuya a Giambattista della Porta la
invención de dicho mecanismo. Estos estudiosos e inventores pusieron los
cimientos para el desarrollo de las cámaras fotográficas que impulsarían
hombres como Friedrich Voigtländer en 1841, Thomas Lutton —el inventor
de la cámara réflex- en 1860 y George W. Eastman, quien en 1888 presentó
en sociedad la famosa cámara Kodak.
El nacimiento de la fotografía se sitúa en 1839, cuando Joseph N. Niepce
obtuvo, tras una larga exposición, obtener una sombra. Fue un avance que para el hombre de la calle pasó desapercibido, pero no para aquellos
científicos, empresarios e intelectuales que se dieron cuenta que algo estaba
pasando en el mundo de la obtención de imágenes.
Desde finales del siglo XVIII ya se proyectan
imágenes fijas que se intentan animar mediante procedimientos como la
linterna mágica -que había sido inventada por Athanasius Kircher- y otros
artilugios llamados Phantascopio (Etienne Robertson en 1799), Praxinoscopio
(Emile Reynaud en 1880) o Zoopraxiscopio (Eadweard Muybridge en 1881). Estas y otras muchas
investigaciones buscaron el otorgar movilidad a la imagen fotográfica. Ayudó a
alcanzar este objetivo la comercialización del rollo de película (celuloide)
comercializado por los hermanos Hyatt en 1868 y que desarrolló plenamente,
George W. Eastman cuando son mostradas al público en diversos países, las
primeras imágenes en movimiento.
El Cinematógrafo —el Cine- llegó a ser una realidad cuando todos los
procedimientos y sistemas de captación y fijación de imágenes permitieron
alcanzar la mayoría de edad necesaria para ser presentado al público como un
nuevo espectáculo.
Nacimiento del cine
Antes de dar a conocer el Cinematógrafo, en diversos países de Estados
Unidos y Europa varios inventores están trabajando en varios sistemas que
tenían un objetivo común: el visionado y proyección de imágenes en
movimiento. Entre 1890 y 1895, son numerosas las patentes que se registran
con el fin de ofrecer al público las primeras "tomas de vistas" animadas. Entre
los pioneros se encuentran los alemanes Max y Emil Skladanowski, los
estadounidenses Charles F. Jenkins, Thomas Armat y Thomas Alva Edison, y
los franceses hermanos Lumière.
En la mayoría de los aparatos el visionado de las imágenes sólo se podía hacer
de manera individual; el más conocido en esta línea fue el Kinetoscopio de
Edison. Por eso, aunque ya desde 1893 ya se dispone de una primeras películas,
la existencia del Cinematógrafo como tal no comienza a correr de boca en boca
hasta la primera proyección pública que organizan los hermanos Auguste y
Antoine Lumière el día 28 de diciembre de 1895 en París, en el Boulevard de los
Capuchinos.
Las primeras imágenes que proyectan en el pequeño salón causan
sorpresa y hasta temor entre los espectadores presentes, alguno de los cuales al ver La llegada del tren a la estación creyeron que se iba a salir de la pantalla y
llegaron a levantarse del asiento.
Tras la presentación del Cinematógrafo en París, en otras muchas ciudades
europeas y americanas comienza a "presentarse" el nuevo invento. En España la
primera proyección la ofrece un enviado de los Lumière en Madrid, el 15 de mayo
de 1896. A partir de este año, se sucederán sin interrupción las proyecciones y,
con ellas, la demanda de más títulos, con lo que se inicia la producción a gran
escala de películas que, poco a poco, van aumentando de duración al igual que
mejora la historia que narran.
Georges Méliès comienza a dirigir una serie de películas que tienen muchos trucos y efectos,
imágenes mágicas en las que desaparecen personajes (Escamoteo de una
dama, 1896), chocan trenes, crecen los objetos y hasta se puede viajar a lugares
desconocidos (Viaje a la Luna, 1902).
En Estados Unidos será Edison el máximo impulsor del Cinematógrafo,
consolidando una industria en la que desea ser el protagonista indiscutible al
considerarse como el único inventor y propietario del nuevo espectáculo.
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